Los individuos de personalidad rebelde, también pueden ser definidos como insubordinados, ingobernables, sublevados, amotinados, insurrectos, indomables, inconformistas y otros tantos adjetivos que podrían ocupar varias líneas de este post.
Son, a pesar de esa idea romántica que les rodea, personas con no muy buena fama, difíciles de controlar y que además no aceptan las normas sociales tal y como se espera de ellos.
Desde que llegamos a este mundo nos dicen como debemos pensar, que debemos creer, como debemos vestir, hablar, comportarnos, nos dicen el camino que debemos elegir. Todo está estudiado para engrasar la sociedad actual, que establece unas normas que debes seguir, te gusten o no, te hagan felices o no.
El comportamiento rebelde es una reacción necesaria hacia la tradición y la autoridad que mantiene el mundo equilibrado. Sin rebeldía la sociedad se convertiría en obediencia ciega y carecería de creatividad. Pero un exceso de ella, crearía un mundo sin estructura y moral para vivir.
No debemos olvidar que la personalidad rebelde ha cambiado el curso de la historia. El afán por cuestionar las ataduras y seguir sus propias ideas, ha supuesto un cambio social, artístico o político y en muchos casos ha mejorado la sociedad actual.
6 rasgos de una personalidad rebelde
Cuando dicen de alguien que es un rebelde, no queda claro si lo están diciendo como un insulto o un halago. Un rebelde es un tipo contemporáneo, que no vive condicionado por el pasado, sino que crea su propio destino, aceptando los riesgos de lo desconocido.
Una persona que se rebela siempre ante la autoridad, del tipo que sea y que es difícil de educar, dirigir o controlar, tiene una personalidad rebelde.
Estas pueden ser algunas de las características que definen el origen de una personalidad rebelde.
1. Se rebelan ante las injusticias
Para una personalidad rebelde la justicia no es sólo una palabra. Les mueven grandes ideales por los que están dispuestos a sacrificar todo lo demás. Inconformistas, luchan contra la mediocridad y las injusticias. Un rebelde es alguien que conoce aquello que necesita ser defendido, y sabe cuándo y cómo defenderlo.
Ante las injusticias que muchas veces creemos padecer en nuestra sociedad, hay personas que sienten que deben salir a la calle, protestar y reivindicar que no están de acuerdo con lo que esta ocurriendo. No les gusta que les impongan unas normas o ideas que no les convencen y, motivados por su indignación, buscan una fórmula para luchar y defender su dignidad o la de otros.
2. Descarados y sarcásticos.
A los rebeldes poco les importa lo que piensen los demás. Creen incondicionalmente que los tabúes están para romperse, aunque esto signifique no agradar y esta, sin duda, es otra forma de rebeldía. Buscan una forma propia de expresión diferente de la estipulada y encuentran en la provocación la forma para conseguirlo.
Las personas sarcásticas y descaradas pretenden demostrar su desacuerdo o desagrado con una burla inteligente que, muchas veces puede llevar a confusión. Son personas inteligentes, que no tienen miedo a enfrentarse a la verdad y que además, no tienen ningún problema en criticarse a si mismos.
3. Temerarios.
Las personas temerarias no piensan en las consecuencias y actúan de forma irracional, por ello pueden realizar acciones que otras personas no serían capaz de hacer, en ocasiones poniendo en riesgo su integridad física. Estas acciones son una forma de desafiar al peligro, y todo tipo de desafío es una forma de rebeldía.
Ellos viven el presente, el ya, el ahora. Para un rebelde la libertad es sagrada y siente la necesidad de exaltarla, exponiéndose a peligros o situaciones complicadas de forma totalmente imprudentes con el único fin de sentirse vivo.
Una persona también puede cometer actos temerarios como una forma de rechazar la moral actual, retarla y comunicar al resto de la sociedad que no están de acuerdo con los valores y normas tradicionales que consideran obsoletos y que no se aplican a los tiempos modernos.
Es algo así como destruir lo viejo para construir de nuevo.
4. Experimentación.
La experimentación, y más la experimentación con las drogas, puede ser el resultado de un acto de rebeldía contra la hipocresía de la sociedad actual.
Se trata de una evidencia de desengaño y rechazo hacia la rigidez e inflexibilidad de una sociedad que reprime la expresión de las emociones. La experimentación con las drogas suele estar unido a la necesidad de vivir experiencias para liberar la mente y resistir al control social del cuerpo. Es el resultado de la búsqueda de una identidad propia, una vía de escape de las normas sociales y una fórmula para sentir sensaciones prohibidas.
Una personalidad rebelde es más propensa a comportarse de manera supuestamente inmoral según las normas de su generación, por lo tanto suele ser más abierto a nuevas experiencias.
5. Desafío a la autoridad
Hay personas que detestan las barreras y ataduras que la sociedad impone. Odian que les digan como pensar, que decir o que decisiones tomar. El desafío a la autoridad es sin duda la definición más clara de una personalidad rebelde.
El desafío a la autoridad puede manifestarse de forma trivial desafiando a sus padres o a su jefe, o puede manifestarse de forma más grandiosa desafiando una ley o una sociedad entera.
6. Seductores natos
Impulsivos y confiados en si mismos, ofrecen lo que la sociedad no permite normalmente, viven vidas frenéticas y eléctricas, y esto paradójicamente, no hace sino volverlos personas más deseables y atractivas.
El rebelde es una personalidad extrema. Descarado, sarcástico, ingenioso y seguro de si mismo, lo que piensen los demás no le importa. Esto ofrece a las personas que carecen de rebeldía un excitante roce con el peligro. A veces, una persona puede sentirse agobiada por el papel que se espera de ella. Es por eso que se sienten seducidas por las personas rebeldes.
En Markmonk creemos en los rebeldes, todos aquellos que luchan por lo que creen, que cuestionan y desafían las normas impuestas. Personas libres, indomables, sin responsabilidades impuestas. Personas que eligen cómo quieren ser, vestir y comportarse, personas que, como nosotros, buscan su propio camino.
Es un hecho que sin rebeldía el mundo se hundiría en obediencia ciega y carecería de creatividad. El comportamiento rebelde es una reacción necesaria a la opresión, la tradición y la autoridad, que mantiene el mundo equilibrado. Todas las personas que así lo sienten forman parte de una especie en peligro de extinción, forman parte de nuestra especie.
Hasta ahora hemos elegido nuestra forma de vida y queremos que tu tambien la elijas.
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